sábado, 22 de octubre de 2016

Traslasierra, entre la vanguardia y las represiones

Escribe: 
Alvarez Castillo



El espacio escénico de la sala Silencio de negras parece hecho a la medida para esta obra o la obra creada adrede para este espacio teatral: un amplio salón en un primer piso del porteño barrio de Balvanera. Las gradas desde las que los espectadores presencian la representación, el propio sitio donde los actores expresan su arte y una zona, detrás de ellos, desde la que el viento, la tormenta, las prendas blancas y femeninas, nos llegan y son parte del texto, y un lateral donde una voz irrumpe en presencia. Eso es y ahí es el matrimonio de Traslasierra y Silencio de negras.


En Traslasierra la vanguardia literaria, lo francés, la escritura automática, dialogan con la historia familiar de tres mujeres a las que se suma la última conquista del hombre que conocemos a través del discurso de ellas. También está el vendedor de Biblias, ese fantasma-fantasía que descorre el velo de las represiones, las pone en evidencia como la tormenta, la naturaleza que nada puede detener cuando muestra su poderío.




Asistimos al drama de dos hermanas que en cierta orfandad dependen de una madre abandonada, con las aspiraciones puestas en ese padre que no está y el deseo de abandonar un pueblo donde sus vidas se van secando. Las sierras limitan la existencia, mientras que el mar excede los límites.


El texto utiliza un contrapunto epistolar con la acción. Hay espacios simbólicos, el interior, el exterior, que se disputan el presente, y la parodia trasciende el viejo y el nuevo mundo. Promediando la obra, la aparición de una prometida –el personaje bizarro apropiado ante el absurdo– dinamiza la acción y colabora para un cierre a tono con el desarrollo.

Una acertada puesta que consideramos ajustada a un texto que goza de una teatralidad distinta. Las actuaciones están en comunión con esto, así el decorado, la música y la iluminación.




Sinopsis de Prensa:

En una humilde casa serrana, Selva, Libertad y Madre esperan noticias de Padre, quien huyó hacia Europa en pos de conseguir un mejor futuro para la familia. Al momento de poner en ejecución "el Plan de Papi", la tormenta de Santa Rosa, el comienzo de la Guerra Civil Española y el fanatismo religioso pueblerino serán los grandes obstáculos que deberá afrontar esta familia amante del surrealismo.



Ficha técnico-artística:





SILENCIO DE NEGRAS
Luis Sáenz Peña 663 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4381-1445

Web: 
https://www.facebook.com/silenciodenegras.teatro
Entrada: $ 150,00 / $ 120,00 - Sábado - 21:00 hs - Hasta el 29/10/2016 


viernes, 14 de octubre de 2016

Los chicos malos de Gabriel Gavila

Escribe: 
Alvarez Castillo

  Gabriel Gavila es un talentoso cómico a quien hemos elogiado en nuestra entrada Dillinger. En este show que se denomina Freak Performático, concebido y dirigido por él, Gavila exhibe una creatividad preocupada por otros temas y distintas posibilidades de expresión.
 
  La obra comienza antes que la obra, en sintonía con la tradición performática que propone frescura e innovación. Los actores se mezclan con el público que va llegando a La Sodería –un interesante ámbito para el arte, desde una concepción arquitectónica y plástica atractiva– y de alguna manera lo hacen parte del show que está iniciándose. No hay cuarta pared porque sencillamente se juega a que no existan paredes de ningún tipo, mientras que se mantiene vivo el espectáculo y su artificiosidad natural.



  En Chicos Malos lo masculino se muestra en su homosexualidad y virilidad desde la metáfora de cuerpos jóvenes en escenas revulsivas, combinadas con música y danza; un espectáculo que nunca hace a un lado la propuesta plástica y estética.


  Las intervenciones del director de la compañía y las de su contrapunto, un personaje falsamente ingenuo, ponen en escena una cuestión radical: la realidad de la actuación, la realidad del arte, contrastadas con nuestra propia realidad, en más de una ocasión actuada.

  La transgresión –¿puede haber transgresión en el siglo XXI, o qué tipo de transgresión se puede dar?– parece surgir de un mostrarse tal cual se es. En este show –que se enuncia negándose como obra teatral, pero manteniéndose siempre dentro de ese paradigma mediante la confección constante de retazos de un cuerpo teatral único–, los juegos sexuales que se inician en el tanteo, en la inseguridad, en la agresión y en la búsqueda de identidad en el otro, siempre apelan a la conciencia. Ese verse en el que está fuera para hallar al que está dentro.
  Otra nota explícita es la recurrencia a lo bizarro, desde actitudes masturbatorias, desde la mímica sexual, o en la concepción del andrógino.

  El guión de Gavila nos mantiene en los límites del teatro. En su puesta estos chicos malos habitan un desamparo del que a veces la parodia es su único refugio. La burla auto-referencial no cesa. No hay monólogo que se precie sin un grado elevado de llevar a lo consciente nuestra realidad.

  
  Luego de Chicos Lindos y Chicos Malos, nos queda esperar por Chicos Feos, para ver el final de esta saga performática. 



Síntesis para Prensa:

El universo de la seducción y la sexualidad en contraposición a la vida de cada uno de nosotros. El ensayo de un espectáculo con pretensiones de ser un gran show pero que queda a mitad de camino por la rebeldía de uno de sus integrantes, quien frustrado y paralizado por la languidez posmoderna, sumerge a todos en la búsqueda de la verdad y la originalidad. "Chicos malos" no tiene historia, pero sí elementos "reales" para exponer verdades. Teatro vivo, roto y punk.

Ficha técnico-artística:




LA SODERIA - ESPACIO ARTÍSTICO FABRIL
Vidal 2549 
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4543-1728

Entrada: $ 150,00 - Viernes - 21:30 hs - Hasta el 25/11/2016