Un infantil distinto
Escribe:
Alejandro Miroli
El miedo infantil, el miedo
nocturno es tal vez la experiencia más antigua de la humanidad, y las
historias, los personajes y las narraciones fueron las formas en que ese miedo
se aventaba, con mundos que iluminaban la incertidumbre de los niños, con
agonistas y antagonistas, cuyo conflicto traía a los niños a un mundo común.
Achucha intenta conjurar el
miedo que producen en Luciana y Leandra el arribo de dos desconocidos, sin
nombre, sin lugar, sin rumbo, como reconoce uno de ellos: “Uf! ¡Si nadie nos conoce, entonces no
somos nadie!”;
para ello intenta aquietar el desconcierto
de las niñas: “La solución está en la historia. Eso
es lo que debo lograr, que estos dos locos vuelvan a su historia, al sitio de
donde salieron”.
“Niños en Tinieblas” –ésta nueva obra de Alvarez
Castillo– narra cómo los desconocidos recobran su sitio y cómo el miedo de
las niñas se conjura, cuando aquellos desconocidos adquieren un nombre y el
cuadro se completa.
“Niños en Tinieblas” –ésta nueva obra de Alvarez
Castillo– narra cómo los desconocidos recobran su sitio y cómo el miedo de
las niñas se conjura, cuando aquellos desconocidos adquieren un nombre y el
cuadro se completa. Y en este ejercicio, “Niños
en Tinieblas” es teatro dentro del teatro: la historia que repone la abuela
Achucha, ejerciendo la magia, es un fragmento del “Jeu de
Robin et Marion”, una pastoral cómica que cuenta como Marión
evita los coqueteos de un caballero y se preserva para Robin. Un texto de Adam de la Halle –que vivió
aproximadamente entre 1237 y 1288–, considerado uno de los precursores de
teatro medieval y de la ópera cómica.
Así la abuela Achucha logra
aventar el miedo que surge de la ignorancia, y de la incertidumbre, lo que reconoce
Leandra:
“Es por aquello de lo que
nada sabemos... No hace falta mirar hacia atrás”.
Al poner nombre y dar una historia, los personajes
desconocidos y sin rumbo, se vuelven familiares, y esta familiaridad y lugar
despeja todo temblor.
La puesta de asume con sobriedad el
riesgo que presenta el teatro dentro del teatro, un recurso expresivo que
introduce cierta complejidad en la línea dramática, y lo hace en una pieza de
teatro infantil. Y los actores exhiben seguridad en sus parlamentos,
acompañados de un vestuario adecuado y de elementos de imaginería infantil.
Hay una tensión en la
puesta, que proviene de la propia obra. Un texto intenso, que exige cierta
atención, junto con una imaginería y marcación teatral propia de un público más
menudo, más presto a gestos, colores e inflexiones de voz que a la palabra. Y
contra la coexistencia, en ambos conspira una dicción que en algunos momentos
es muy rápida, como acelerando la acción –especialmente en el caso de Achucha,
el personaje que abre y culmina los mundos de las niñas y los desconocidos, con
el mundo de Robin y Marión–.
En la segunda parte de la
obra, desde el momento en que entra el Caballero, cantando en su cabalgadura,
sería deseable alguna mediación musical de época, que atempere el ritmo de la
obra.
El final aúna a todos los
personajes cuando reconocen que “El miedo se
espanta. /Aprende de Achucha, /De Luciana y Leandra, /Y canta junto a nosotros/
Esta canción./La noche y el lobo/Son un derroche/De la imaginación.”
Una
obra infantil con temas clásicos –el miedo, la luz, el tener historia– bien concebida, en una puesta
ajustable, puede ser un buen paseo en tiempos de chicos cibernéticos.
Sinopsis según Prensa:
Achucha es una abuela que intenta
calmar el miedo nocturno de sus nietas Leandra y Luciana pero la llegada de dos
personajes perdidos, en busca de su historia exigirá a Achucha una ocurrente
solución: "contar una historia que
espante el miedo y a la vez de nombre a estos señores que ni saben cómo se
llaman"; es entonces que la abuela decide acudir al maravilloso mundo
de la representación dramática, es decir, al teatro, para dar vida a "El Juego de Robin y Marión".
Mediante esta parodia de la pieza pastoral francesa, echará luz a las tinieblas
nocturnas de estas niñas temerosas y devolverá, a los personajes perdidos, su
identidad.
"Niños en tinieblas" es una obra de meta-teatro. Una obra de teatro que contiene
dentro de sí la creación de otra obra de teatro. Los niños podrán ver en esta
pieza cómica el sentido poético de la teatralidad y el nacimiento del hecho
creativo y de este modo comprender que en la imaginación está el origen de los
miedos pero también el de maravillosas historias. "Niños en tinieblas" apuesta al mundo de la literatura y
del teatro como posibles mundos de fascinación infantil.
Video explicativo:, tomado de los ensayos:
Ficha técnico-artística:
Fragmento grabado por el público:
SALA EL ÓPALO
Junín 380
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4951-3392
Web: http://elopaloteatro.blogspot.com.ar/
Entrada: $ 60,00.-
Junín 380
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4951-3392
Web: http://elopaloteatro.blogspot.com.ar/
Entrada: $ 60,00.-
Domingo y Sábado - 16:30 hs