sábado, 1 de agosto de 2015

Nueva puesta de Niños en Tinieblas

De la Croqueta 
le da vida
a un infantil de
Héctor Alvarez Castillo




Escribe: Alejandro Miroli


Estrenada en la sala El Ópalo (1) para mediados del año 2014, esta segunda puesta de la obra de Alvarez Castillo se monta en la sala Liberarte, y el reto lo asume Mariela Jerez, al frente de la compañía De la croqueta.

Una segunda oportunidad para que ese difícil juego del teatro dentro del teatro –en la obra se representa un fragmento de Jeu de Robin et Marion en una obra para niños, y como dijimos en aquella oportunidad: “…los personajes y las narraciones son las formas en que ese miedo se aventaba, con mundos que iluminaban la incertidumbre de los niños, con agonistas y antagonistas cuyo conflicto traía a los niños a un mundo común.”

Esta versión ofrece alguna innovación en el texto –donde había dos hermanas, ahora hay un hermano y una hermana– y gana en expresión musical y efectos sonoros, además de los beneficios de un espacio teatral más amplio y con cierta altura del escenario –una sala más profesional. Y también gana en guiños al espectador, la rotura de la cuarta pared que es un recurso tan útil en el teatro para niños, con el personaje de Achucha, por ejemplo, abriendo el juego al pedir los cambios de luces.



El elenco es correcto, si bien el pasaje desde los personajes sin nombre a sus roles como Robin y Marion tiene alguna rudeza al impostar la voz, recurso que no agrega nada, y en general el tránsito desde la noche en que los ruidos asustan al espacio luminoso en que se desarrolla Jeu de Robin et Marion necesita, en nuestro criterio, ser ajustado.

En resumen, una versión realizada por un elenco profesional que podrá integrar todas las experiencias de su ejecución, una opción interesante del difícil recurso del teatro dentro del teatro y de la aventura de la narración como medio para aventar todo miedo, para poner orden y luz en el mundo.





Sinopsis de Prensa:

La escritura de Niños en tinieblas es un homenaje al Juego de Robin y Marión, pastoral escénica escrita por Adam de la Halle, a fines del siglo XIII. Alvarez Castillo da un tratamiento original a la sustancia de este juego, sin perder del tema que se parodia la frescura y el dinamismo en la acción. Aparecen las características propias de la farsa -risa, astucia, malentendidos- vigentes en esta creativa intertextualidad. En un escenario de niños se manifiestan los principales hilos conductores de El juego de Robin y Marión, gracias a una atractiva naturalidad.
En la singular obra del trovador, poeta y músico francés, en varios pasajes los actores interpretaban sus parlamentos cantando, lo que hizo que esa pieza fuera considerada la primera ópera cómica profana registrada en la historia de la música y de la literatura francesa. Algo semejante sucede en esta obra que hoy se edita por primera vez. Los actores ofician de gentiles cantantes en más de una escena.

Niños en tinieblas cumple con la intención de acercar al público y lector juvenil una obra homenaje que, además de hacerlo disfrutar en su lectura, lo ayuda a comprender la tradición, y sirve de vehículo para la enseñanza y el aprendizaje. Con los textos musicalizables y el movimiento de los actores que toman más de un rol, gracias al juego del teatro dentro del teatro, se posibilita la combinación de distintos lenguajes.
Un acto nos alcanzan para disfrutar, enojarnos y reírnos junto a hombres y mujeres, niñas y niños, de ayer y de hoy. Actualmente, al leer o ver teatro, en ocasiones no tomamos en cuenta el desarrollo de la dramaturgia que presenciamos y disfrutamos. Esta comedia de enredos, como la define su autor, es una oportunidad para que ambas experiencias vayan juntas.



Ficha técnico artística


Duración: 50 minutos





LIBERARTE
Av. Corrientes 1555 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4375-2341
Web: http://www.liberarteteatro.com.ar
Entrada: $ 80,00 - Domingo, Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes y Sábado - 15:00 hs - Hasta el 02/08/2015 



La Varsovia

Un clásico 
de Patricia Suarez




Escribe:
Alejandro Miroli


Presencia casi continua en la escena porteña –con al menos seis puestas en la última década, con elencos y dirección diferentes– La Varsovia es ya un clásico contemporáneo en el que los directores van asumiendo variaciones personales. La puesta anterior a la actual, por ejemplo, instaló un personaje que sólo aparece en el discurso de las dos mujeres. Al mismo tiempo una obra que presenta un caso limpio de antagonismo femenino en torno al amor y al poder.
De ese modo, la vista de la obra hoy supone que su tema es conocido y así aparecen resúmenes de la historia, en la comunicación institucional y las gacetillas de prensa. Y ello no es recomendable, por lo contrario sería bueno que el espectador vaya sin información sobre el asunto, porque parte de lo que sucede exige una mirada ignorante sobre lo que sucede. La información de contexto, suspende lo más interesante y nos reduce a ver una representación, a juzgar de una u otra actriz sobre lo que ya sabemos.

Dos mujeres en viaje, una de ellas enamorada de un hombre, la otra, hermana o no de él, van descubriendo que nada es como parece en sus primeras versiones, y que las cosas tienden a ser completamente opuestas: donde una supone amor y poder no habrá sino desprecio e impotencia, donde la segunda aparece como una víctima se configura una victimaria feroz.
Es esta inversión, en la cual un hombre mentado se resignifica completamente y donde la mentira deviene otra mentira es cuando la obra alcanza su mayor ímpetu. 


Las dos actrices de esta puesta –Silvana Rosón, Lena Simon  van pasando del diálogo banal en la cubierta de un barco –en la cual una corrige a la otra sobre la pronunciación correcta de una palabra– hacia una tensión destructiva extrema.
Es en ese plano, la obra presenta su densidad dramática, la anécdota de la historia es simplemente una excusa; el drama que sucede –esa inversión de relaciones en torno al amor y al poder– puede ocurrir en cualquier otro ámbito y con cualesquiera personajes.

Es de elogiar el recurso de la música en escena: una guitarra y un acordeón dan un ambiento de calidez, en cada cambio de escena. Es destacable que la música fue compuesta para la puesta. La escenografía minimalista sugiere un barco simplemente ensamblando unas placas de carpintería, y la iluminación y vestuario acompañan ese tono.


Sinopsis de Prensa:

“La Varsovia”, una organización de socorros mutuos. Luego la “ZwiMigdal”.Se dedicaban a la trata de blancas. Años 30´ .Un barco que se dirige a la Argentina. Dos personajes. Dos mujeres polacas en disputa. “Lo que es no es”. Un personaje masculino central que amenaza con aparecer. Un juego de poder. Una multiplicidad de signos. Una historia cíclica.




EL EXCENTRICO DE LA 18º
Lerma 420 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-6092
Web: http://www.elexcentricodela18.com.ar
Entrada: $ 120,00 - Sábado - 19:00 hs - Hasta el 29/08/2015