viernes, 23 de agosto de 2013

Mejor no me lo digas

Nueva obra 
de Roberto V. Saunier

Escribe: 
Alvarez Castillo



Saunier arma, en base a tres personajes una comedia rápida, estructurada en cuatro números. En ella se retrata en clave de humor alguna de las dificultades por las que atraviesa un homosexual al momento de trasmitirle a su familia su elección tanto sexual como afectiva. Acá señalamos que el autor elige no tocar esta problemática desde el drama, sino que la introduce desde otra perspectiva. Y a semejanza de “La radio. ¿Qué hago yo sin vos?” (1), el final es abierto, además de que varias escenas abren la posibilidad a la improvisación actoral, según el curso que se da en la misma función.


Buenas actuaciones animan las escenas en base a diálogos que parecen latiguillos lanzados sobre la acción dramática, no cesan y generan en su dinámica más de un malentendido a partir de ese “mejor no me lo digas”, que ilustra una actitud negadora de una realidad evidente. De más está decir que esta disposición, en nuestra vida en sociedad, excede la temática tratada.
Saunier reúne en su persona distintos roles. Entendemos que en su desempeño cumple con ellos airosamente. Y como lo afirmamos en otra oportunidad, se exhibe en su creación un hábil manejo y comprensión de lo teatral.
Mención aparte merece un fenómeno que venimos percibiendo en la representación de distintas piezas teatrales. Es visible, digamos, un público de “cosquillas fáciles” que, a la menor insinuación, mediante una palabra o un gesto, se ríe. Risas, a veces justificadas, otras que despiertan curiosidad, cuando no se las siente directamente inapropiadas, porque lo que parecía conducirse hacia la comicidad encierra, justamente, una nota que roza el drama. Una claqué que, insistimos, estamos observando en distintas obras y salas. Algo propio de la época, tal vez. En la función en la que asistimos a la representación de “El león en invierno”, de James Goldman (2), nos tocó sentarnos al lado de una joven que no perdió oportunidad para reírse, más allá de que ciertos parlamentos llevaban una carga de gravedad que no llamaba a la risa, sino, cuando menos, a la reflexión. Decíamos: algo propio de la época.


Ficha técnica:
Actúan: Matías Barki, Andy Rinaldi, Cristina Ricci.
Asistencia de Arte y Diseño Escenográfico: Laura Sánchez
Diseño de Luces: Joel V. Saunier Rébori
Prensa: Laura Castillo.
Asistencia de Dirección: Juan Emilio Veliz
Autor y Dirección: Roberto V. Saunier

Sábados 21 hs.
BRILLA CORDELIA
Pte. Juan D. Perón 1926 (casi Riobamba)
Entrada general $60
Reservas :3972-7626
http://brillacordelia.blogspot.com.ar/

Acreditaciones, entrevistas y más info:
Lic. María Laura Castillo
15.6837.7711
prensa@castillomarques.com.ar
www.castillomarques.com.ar




lunes, 19 de agosto de 2013

Tus deseos en fragmentos

Obra de 
Ramón Griffero 

Escribe:
Alejandro Miroli



El siglo XX fue testigo de una mutación estética radical: el pasaje desde la mímesis hacia la construcción.  La vieja agenda aristotélica que enfatizaba la imitación catártica de la realidad como función de la tragedia, muta en consonancia con las transformaciones de las artes en producción de efectos sin enlace alguno con realidad. La ruptura de las unidades, de los contornos y de la trama lineal, fueron efectos básicos en la producción teatral contemporánea.
Estos recursos aparecen en forma clara en la obra del autor chileno Ramón Griffero, autor con una larga trayectoria creativa. “Tus deseos en fragmentos” que fue estrenada en Santiago de Chile en el año 2003, se presenta como una estructura de cuadros sin continuidad manifiesta.

La metáfora museo-vida –expuesta por Tu– atraviesa la obra, ya que la estructura de cuadros sin sucesión cronológica o ilativa, solo adquiere unidad en el todo, en la obra terminada; y la propuesta acentúa esto. Los cuadros no se presentan como partes de una serie sino como piezas que pueda ser armadas sin agenda previa –como el deambular de un viajante en los espacios del museo, en el cual los cuadros exponen la afectividad y sexualidad. Esta operación de tornar la secuencia temporal en desarrollo espacial es afirmada como posición en el blog oficial de la obra, donde se dice que “…Las acciones se suceden linealmente pero acceden de inmediato a una simultaneidad escénica donde las situaciones se interconectan por su lectura espacial, a través de los códigos de la narrativa visual (cuerpos, objetos, proyecciones).”[1].

Debe señalarse que dicha perspectiva puede producir en el espectador un cierto efecto de desconcierto, y exigir una atención extrema a cada cuadro entendido como esquicio autónomo. 
La escenografía –una camilla y dos tarimas móviles– y la iluminación, acompañan el pasaje de los personajes como agentes o espectadores de cada cuadro.
La obra se articula en torno a cinco presencias –sólo llamados por pronombres: Tú (César Riveros) Ella (Marité Molina) Él (Leandro Rosenbaum), Una (Constanza Raffaeta) y Aquel (Manuel Reyes Montes). César Riveros como Tú, asume la mayor exposición escénica y el texto le permite una interpretación ajustada, el resto del elenco lo siguen, pero el texto quebrado y los personajes dispersos en esquicios temporales tal vez atentan contra una interpretación precisa.



DELBORDE ESPACIO TEATRAL
Chile 630 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4300-6201
Web: http://www.delborde.com.ar
Entrada: $ 70,00 / $ 50,00 - Viernes - 21:00 hs 

domingo, 18 de agosto de 2013

Luna Gitana de Ricardo Halac

En dirección de Zaida Mazzitelli, 
el encuentro de dos seres no tan distintos 


Escribe: Alvarez Castillo


Ricardo Halac (1935) es uno de los principales representantes del movimiento de teatro independiente de nuestro país, integrante de lo que se ha dado a llamar nuevo realismo. Este nuevo realismo es de alguna manera una vuelta de tuerca que otorga mayores posibilidades creativas en la construcción de personajes y en la búsqueda de historias, que extienden sus fronteras por encima de la crónica o mera anécdota. “Luna Gitana”, la obra que con acertada producción general y atinada dirección de Zaida Mazzitelli (1), se presenta los sábados en Pan y Arte, está en esta línea.
La obra puede ser apreciada como un fruto artístico que nació de la crisis del 2001 y debe permanecer adherida a esos hechos; esa sería una mirada correcta desde lo testimonial e histórico, pero no por eso menos limitante. La obra, la relación que plantea “Luna Gitana”, está en el corazón del ser humano, del individuo que va y viene en la sociedad disfrazándose constantemente. Lo que sirve de marco histórico es superado por la esencia de lo que somos. Lo que sucede en un altillo que da a Plaza de Mayo, sucede en infinitos escenarios, representado con otros rostros y otros nombres. Si algo logra trasmitir el texto de “Luna Gitana” es gracias a lo que trasciende la anécdota, porque el arte transfigura la realidad.


Se inicia la historia con un encuentro que se da antes de tiempo. Un comienzo inoportuno que dispara el absurdo, que desubica a los personajes. Ahí empieza el desbarajuste que reúne a una prostituta y a un filósofo en alquiler. El silencio de uno inquieta el cuerpo del otro, el cuerpo de ella inquieta ese disfraz detrás del que hay resignación como entrega y abatimiento. El encuentro de estos dos seres –para los que en una primera mirada no existe vínculo– los conecta desde la marginalidad en la que habitan y los eleva por encima de ella. Los hace ser. ¿Hasta qué instancia de conocimiento pueden llegar desconocidos que ni sospechan cuánto se necesitan, para verse ellos mismos desde una mirada que los haga hablar y actuar, una mirada ingenua al tiempo que revulsiva? Se da la fábula de la regeneración de uno en el otro, nos interroga sobre una sensatez alejada del toma y daca en el que nos hemos domesticado. Una situación que camina en el desquicio abre la puerta tras la que nos esperan constantes preguntas de la mano de la esperanza.

Buen decorado e iluminación en función del texto y la actuación. En síntesis, una recomendable producción de la compañía “El Galeón”.



Ficha Técnica:

Actores: Rubén Ramírez y Carolina Fassa
Escenografía y diseño de luces: Claudio del Bianco
Realización escenográfica y sonido: Gastón García Miramón
Dirección: Zaida Mazzitelli
Asistente de dirección: Laura Ledesma
Diseño gráfico: Jordi Piulachs y Laura Gómez
Coordinación general: Ricardo Halac
Autor “Luna Gitana”: Ricardo Halac

Duración del espectáculo: 90 minutos.

La obra se presenta todos los sábados a las 20:0hs. en el teatro “Pan 
y Arte” (Boedo 876); CABA.