Un buen espectáculo para la noche del sábado
Escribe:
Héctor Alvarez Castillo
Esta obra reúne dos importantes vetas en la
dramaturgia de Patricio Abadi: el
monólogo y la remisión al psicoanálisis, y lo hace desde la parodia de un
espacio público de confesiones, el club
de confesiones. En este ámbito asistimos a momentos de humor, al tiempo que
se sucede el buceo en situaciones traumáticas, expresadas en el discurso de
cada uno de estos seres que se atreven a la catarsis compartida con los
espectadores, merced a buenas interpretaciones y un texto que exhibe un esmerado
trabajo de autor, algo poco común en estos días.
La obra comienza con el moderador –que será el
confesor final– realizando alusiones a Aristóteles y su poética, que nos
introducen en el proceso de Peripecia - Anagnórisis – Catarsis. Y desde ahí se
juega con la idea de teatro terapéutico, como de alguna manera se trasmite
desde la concepción clásica, como de alguna manera es el arte no sólo para el
artista, sino también para quien comparte –lector, espectador, oyente– la
creación.
Cada confesión, cada monólogo, tendrá su cuota de gracia
y de ridículo, hasta una dosis de humor negro, a la par de fracaso, de un
fracaso que linda la tragedia. El momento crucial que es coyuntura vital para
los personajes, es lo que ellos vienen a relatarnos. El ritmo de entrada y
salida de cada uno de ellos, no da tregua, y gracias a la energía desplegada,
somos confidentes activos que en nuestra imaginación recreamos el relato.
El Grupo
Matambre –que ya había tenido su estreno años atrás, con otra obra– vuelve
a la escena. La cita es los días sábados, a las 23 hs., en la sala La Clac; Avenida de Mayo 1156.
Ficha
técnica:
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario