Lo que
fue escándalo es rutina o no hay escape al estado nación.
Escribe:
Héctor Alvarez Castillo
La hermosa sala del teatro Regina / TSU ofrece desde abril la obra “¿Qué, cómo?” de Martín Seijo,
al frente de la Compañía de Funciones Patrióticas
(CDFP). Esta compañía está formada
por un grupo de actores que se autodefine como un elenco estable, en un país por demás inestable. Y desde el año 2008 viene presentando distintos espectáculos que nos
caracterizan como sociedad y estado, con directas alusiones a nuestra historia
y presente.
Entendemos que éste es un momento oportuno para la
aparición de obras que, como ésta comedia en clave política, nos incitan a pensar junto a la invitación a
la risa. Ante el furor de un estado populista, demagógico y hegemónico, el
anarquismo aparece como necesidad para tomarse un respiro y profundizar en
conceptos que, por su uso y mal uso, han sido banalizados y se alejan de su
significado original.
Esta obra,
según declara el programa que se entrega, le debe mucho al libro Cabezas de Tormenta,
del filósofo Christian Ferrer, y, en
especial, al siguiente texto (aquí en su versión adaptada para la obra), que en
nuestra lectura, además de erudito, es de por sí divertido:
“En
1889, el anarquista Errico Malatesta abandona la Argentina, dejando atrás el
combativo sindicato que había ayudado a organizar, el sindicato de panaderos.
Muchas de las facturas que despachan las panaderías porteñas tienen su origen
en Europa, pero aquí adquirieron formas singulares y apodos sugerentemente
blasfemos. Cañones, bombas, vigilantes, bolas de
fraile, suspiros de monja,
sacramentos, facturas pensadas para mofarse del
ejército, la policía y la Iglesia. El vínculo entre palabra y comida parece
haber sido suturado con hilo de coser ideológico. Pero los porteños ya no
reconocemos en los nombres de la repostería su retintín inquietante, pues rara
vez pensamos el vínculo entre nombre y forma, entre palabra y cosa, menos aún
la relación entre origen político-lingüístico y costumbre gastronómica. Las
palabras suelen osificarse en el uso cotidiano, y lo que en un tiempo fue
escándalo hoy es rutina. Por su parte, el anarquismo argentino (y mundial) ha
quedado angostado a un mínimo caudal y su audibilidad política es muy escasa.
Sin embargo, cada vez que mordemos una factura, el crujido de lo que en otros
tiempos fue sarcasmo sedicioso popular rechina entre los dientes”.
En la obra “¿Qué,
cómo?”, en consonancia con la añeja tradición anarquista, algunas facturas
se denominarán Bigotón –que debido a
los cambios en la estética macrista
perdieron, trágicamente, actualidad– otras tendrán forma de K. Bien se declara, llegado el momento,
que el peronismo es antropófago. Llegará el día en que se devore a sí mismo,
(¡y ojalá que sea pronto! Tal deseo corre por mi cuenta).
La magia del teatro, donde se construye una realidad
verosímil mediante elementos desde disparatados a absurdos, de giros sensibles
y trágicos, a música y canciones, ahora suma otros recursos que comienzan a ser
herramientas idóneas en manos hábiles. Esta tendencia halla en este trabajo una
afortunada expresión. El recurso de una voz en off, que está siendo utilizado
en las puestas actuales con bastante regularidad, ya como exigencia del texto
mismo o como un elemento que otorga dinámica al relato, en “¿Qué, cómo?” tiene una incidencia especial. A este recurso se le
suman otros venidos de distintos lenguajes y prácticas. En primer término,
mencionamos la pantalla y la filmación.
Poco después de iniciada la obra, oímos una versión
anarquista de nuestro himno patrio, con afortunadas variaciones realizadas
sobre su letra, que sería interesante que algunas radios –entre tantos ritmos
hipnóticos– divulgara. El detalle que no nos satisface es que, luego del este
número, los tres personajes que forman una especie de troupe musical, quedan por
demasiado tiempo a un margen de la acción dramática, pero compartiendo
escenario. Apenas se percibe en ellos un deseo de participación, a través de
gestos o juegos de mímica. Más allá de este detalle, percibo en producciones patrióticas la propuesta de
que el espectador pase un momento agradable y reflexione, como al pasar, pero
que reflexione.
El elenco está a la altura del reto, destacándose la
labor de Ernesto Fontes y Guillermo Valdez, los corruptos
inspectores, Paula Banfi, la jínglera, y Natalia Fernández Acquier, la infiel y traidora. La suficiencia y
talento de esta actriz ya lo hemos reconocido en nuestra crítica a la obra “Almuerzo en casa de Ludwig W.” http://arteenbaires.blogspot.com.ar/2011/06/almuerzo-en-la-casa-de-ludwig-w.html
La próxima obra de la
CDFP será “37º Congreso de Revisionismo Histórico Nacional”, a
estrenarse en Fundación PROA el próximo 20 de junio, un homenaje en el futuro a
Manuel Belgrano. Mientras podemos asistir a “¿Qué, cómo?”, los días lunes, a las
20.30 hs., en el teatro Regina / TSU; Av. Santa Fe 1235.
Ficha técnica:
Actúan: Paula Banfi,
Paolo Baseggio, Natalia Fernández Acquier, Ernesto Fontes, Daniel Miranda,
Natalia Olabe y Guillermo Valdéz
Luces: Fernanda Balcells
Fotografía: Jorge Marino
Música: Alejandro Millán Pastori y Sebastián
Pandolfelli
Prensa: Claudia Mac Auliffe
Dirección de video,
realización y diseño: Paolo Baseggio
Actuación en video:
María Abadi y Claudia
Mac Auliffe
Producción: Natalia Fernández Acquier, Julieta
Gibelli y Leandro Ibarra
Dramaturgia y dirección general: Martín
Seijo
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