miércoles, 11 de diciembre de 2013

El primero, ante el vacío de la existencia

Puesta de
Roberto Saunier sobre
el clásico 
de
Israel Horovitz 



Escribe:
Alvarez Castillo

“El objeto más deseado es el objeto deseado por otro. Un grupo de personas se encuentran haciendo una cola. Ninguno sabe para qué es, pero lo que importa es ser el primero. Cualquier estrategia o alianza parece válida.”

La obra exhibe el vacío de nuestra forma de vida y nuestras relaciones desde ese motivo tonto de ser el primero en una cola, símbolo de insatisfacciones y fracasos.
Un primero de nada, para nada, sólo a gusto con una vanidad que no resiste siquiera la tensión del instante. Cada personaje permanece en su encierro, no hay vínculos, hay soledad aún en los golpes, en el sexo, en el grito, en el discurso. Hasta la referencia a Mozart no atrae solidaridad ni comunión. La puesta de Saunier recrea los no vínculos que, de imponerse, libran al ser humano a la intemperie.
Distintas metáforas recorren y sirven para armar ese ámbito simbólico, escenario donde las carencias afloran una tras otra. Ser el primero ¿es el éxito, la salida, lo que nos hace diferentes ante los otros? ¿El primero es el distinto? Hay tantos interrogantes diseminados como respuestas posibles, según el personaje. En esto agregamos que en los cinco actores que representan “El primero” hay una correcta caracterización de los papeles, mérito sin duda de sus actuaciones y de la dirección de Roberto Saunier. La música, los efectos musicales, aparecen en sintonía con esto.


La dinámica de la puesta no deja respiro. Se valora la dirección de Saunier, a similitud de otras obras que dirigió y han sido comentadas en este blog. Y no es un tema menor el uso del espacio. Rodeando a los actores, los espectadores, desde todos los márgenes, observan como las líneas que marcan el comienzo de la fila varían una y otra vez, hasta que cada uno parece lograr esa trascendencia que parece va a concederle el lugar de privilegio tan anhelado. Pero eso también es un espejismo, porque el ser humano queda reducido a un primero de nada, sólo vanagloria, distancia hacia los otros. En esta concepción la mirada del otro no enriquece, porque no comunica, no recrea vínculos. Sólo es capaz de trasmitir el encierro de cada uno en sí mismo. Ahoga. 

El vínculo que expresa cada personaje es la agresión hacia el otro.

Lo cómico que puede percibirse, entre ellos, en algunos cruces, rápidamente, da lugar a la exasperación, al drama de cada existencia vacía.



Israel Horovitz, con más de 70 obras producidas y una importante carrera no sólo como dramaturgo, sino también como director y guionista, divide su tiempo entre USA y Francia. En este país tiene el mérito de ser el autor estadounidense con más obras puestas. Donde es tan reconocido como en su país natal, siendo para el mundo teatral francés un autor que ha alcanzado la popularidad. Va una muestra: http://www.youtube.com/watch?v=5sNvAQ8KbV4  Y Vale para la obra que comentamos ver este link, justamente, de El primero (Le premier), que es una excelente muestra plástica del sentido de la obra: http://www.youtube.com/watch?v=MSTOEASKlgU
Line, lleva 39 temporadas consecutivas en Brodway.


Ficha técnica:

Autor: Israel Horovitz
Traducción: Analía V. Mayta

Actúan:

Matias Barki (1)
Marianito Espinosa
Mariana Rivas
Esteban Barbera
Juan Emilio Veliz (1)

Diseño Coreográfico: Marianela Re 
Asistente de Coreografía: Julián Aguirre 
Diseño de Luces: Joel Saunier Rébori
Foto y Diseño: Carlos Lombardi
 

Asistencia de Dirección: Carlos Lombardi

Dirección: Roberto V. Saunier

(1) http://arteenbaires.blogspot.com.ar/2013/08/mejor-no-me-lo-digas.html

BRILLA CORDELIA
Juan D. Peron 1926 
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 3979-4823

Web: 
http://www.brillacordelia.blogspot.com
Entrada: $ 60,00 - Sábado - 23:00 hs. 


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