jueves, 14 de diciembre de 2017

La magia de Eugène Ysaÿe en la interpretación de Javier Weintraub

Furias
en el Salón Dorado
del Teatro del Globo


Escribe:
Héctor Alvarez Castillo


Buenos Aires ofrece momentos de magia al alcance de la mano. Esos momentos están diseminados entre sus días y, en lo que hace a encuentros artísticos, en especial en sus noches.


Gracias a una invitación asistimos al lanzamiento del trabajo discográfico de Javier Weintraud llamado Furias que reúne las Seis Sonatas para violín de Eugène Ysaÿe. Y desde el instante en que comenzó la ejecución, en el Salón Dorado del Teatro El Globo, los que estábamos presentes fuimos testigos de una reunión en la que la música, en partitura e interpretación, se exhibió en su excelsa dimensión.

El disco Furias, que acaba de sacar al mercado el sello Acqua Records, en una trabajo que los que aman el repertorio clásico y aún más las obras para violín recibirán con satisfacción y alegría.

Nadie mejor que este talentoso intérprete y compositor argentino, Javier Weintraub, para hablarnos de Furias:





ARTE EN BAIRES: –Hola Javier, nos interesa saber –dentro de tu formación como músico y violinista– cómo llegaste a las obras de Eugène Ysayë –el llamado Zar del violín, por Nathan Milstein– y elegiste grabar una obra de alta dificultad como son las seis sonatas que integran Furias.

JAVIER WEINTRAUB: Las Sonatas de Ysayë son piezas emblemáticas del repertorio violinístico. Cerca de mis veinte años, Rafael Gintoli, mi maestro en esa época, me sugirió preparar para un concurso la Sonata número 3 de Ysayë, y ahí fue mi primer contacto con esa música. Cuando escuché la grabación quedé perplejo por el nivel de complejidad de la obra, pero mucho menos que asustarme, eso me sirvió para tomar coraje y encararla. Y me encontré con una pieza de una riqueza musical extraordinaria y, al mismo tiempo, escrita desde un lugar muy cómodo para el violinista. Son de alta dificultad, es cierto, pero están tan bien escritas que con paciencia se termina abarcando esa complejidad que, por cierto, está al servicio de la música.


A partir de allí, la idea de grabar esa música se hizo persistente, y a principios del 2016 entendí que era momento de encarar el proyecto. Apenas se lo comenté a Diego Zapico, director del sello Acqua Records, entendió que era una buena idea, pues no existía versión latinoamericana de estas obras, y allí me puse a trabajar en el disco.


AeB: –Tu carrera como instrumentista va de obras como Furias al tango o al folklore. ¿Te sentís cómodo en todos los géneros, o existe alguna necesidad expresiva que te haga ir de uno al otro?

JW: Se fue dando, no lo busqué en realidad. Pero lo cierto es que me siento cómodo en todos los estilos. He tocado los conciertos de Tchaykovsky o Mendelshon, y he girado dos años con Charly García. ¡Y más o menos por las mismas épocas!

La música tiene un lenguaje que une, y es ahí donde me ubico para tocar el violín, entre estilo y estilo. Encuentro entre el tango y la música antigua, enormes coincidencias por ejemplo, y llega un momento en el que se me une toda la música y me cuesta separar. Por supuesto que trato de respetar cierta cuestión estilística, pero que está marcada básicamente por lo que dice la partitura y la música. Si uno se sintoniza con la música, todo se une y sale bien.

AeB: Sabemos que próximamente –además de una importante gira al Japón–tenés otro trabajo discográfico para comienzos del año 2018. ¿Podés hablarnos sobre él?

JW: ¡Si! Son dos discos básicamente. El primero es un disco dedicado a la música de Fritz Kreisler, que grabaré a principios del 2018. Kreisler fue un gran violinista vienés del siglo XX, que escribió hermosa música para violín. Se va a llamar Alegrías de Amor y va a editarse seguramente a fines de año que viene.

El otro proyecto es más ambicioso, y es la grabación de la Fantasía sobre Cinco Caprichos Tangueros que escribió Pablo Motta, inspirados en cinco arreglos míos para violín solo. Es un proyecto basado en un libro que me editó Melos a principios del 2017, que se llama Estudios y Caprichos Tangueros, y que consta de 12 estudios y 12 Caprichos para violín solo basados en tangos tradicionales. Pablo Motta orquestó cinco de esos estudios y armó una Fantasía para violín y orquesta, que vamos a grabar a fines del 2018 para ser editado principio del 2019.



AeB: – Gracias Javier por Furias, entonces, y por estos proyectos que seguramente tendremos el gusto de conocer y el placer de comentar. ¡Lo mejor para este presente y este promisorio futuro!

JW: – Gracias a Ustedes, y los espero en los lanzamientos. Gracias por la difusión de Furias.





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