¿Cómo
será la historia dentro de cuarenta
años de historia?
Escribe:
Héctor Alvarez Castillo
La Compañía Funciones Patrióticas estrenó
en la Fundación Proa, el último miércoles
20 de junio, su espectáculo 37º Congreso de Revisionismo Histórico
Nacional, dentro del “Año de
Homenaje al Doctor Don Manuel Belgrano”. Espectáculo que a semejanza de
otras obras de la Compañía, ofrece
diversión a cambio de ciertas inquietudes históricas y hasta de crítica
cultural. Para esto se basa en el formato del teatro, con la salvedad de que en
él convergen distintos lenguajes y géneros nada convencionales, abriéndose de
este modo enormes posibilidades escénicas y de comunicación e intercambio con
los espectadores. Y entendemos que a la puesta hay que verla como algo integral
y no detenerse en un actor, actriz o efecto.
Esta nueva obra de la Compañía Funciones Patrióticas
es más compleja que ¿Qué, cómo? –obra
de la Compañía que se mantiene en
cartel en el Teatro Regina– pero según nuestra consideración, en
algunos aspectos, no logra la complicidad directa que la mencionada y la
parodia no está a la altura de la anterior. Es interesante la propuesta de reproducir
videos realizados a protagonistas de nuestro presente –que salvo milagro
ninguno pasará a la historia– convocados por la consigna: cómo será nuestra patria dentro de cuarenta años. Luego de la
sucesión de entrevistas, se da la apertura al 37 Congreso del Instituto de Revisionismo
Histórico Nacional “Patricio Kelly”
–nombre con el que ha sido denominado en ese futuro el hoy lamentable Instituto
Revisionista “Manuel Dorrego”, que
intenta infantilmente llevar agua al molino del relato, por no decir fraude, KKista.
A esta obra de futurología histórica, con tintes de
ciencia ficción, la Compañía la presenta de este modo: “El año pasado se creó por decreto el Instituto Nacional de
Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego. Y de
inmediato, se desató una fuerte polémica entre los historiadores. Que el
Instituto será el megáfono de los sin voz. Que, por el contrario, será la
repetidora de los que tienen voz y voto. Que su trabajo revisará la historia
oficial en favor de los intereses del pueblo. Que su misión, en realidad, será
instaurar un nuevo relato de la historia con la única finalidad de controlar la
memoria popular.
La
disputa continúa. Y la Compañía de Funciones Patrióticas, sin pretensiones de
resolverla, la escenifica en un futuro imperfecto, que es el tiempo verbal más
adecuado para hacer de todo esto una comedia. Otro Manuel, Belgrano, es el
prócer sometido a revisión que nos permitirá compartir con el público nuestra
hipótesis sobre el funcionamiento del Instituto Dorrego dentro de cuatro décadas,
época en la que, en exclusiva, adelantamos, dicha institución ya no llevará el
nombre de ese gran caudillo federal.”
La segunda presentación de esta obra será el lunes 9
de julio, a las 17 horas, en ocasión del Día
de la Independencia, en la misma Fundación
Proa: Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca. Reservas: funciones.patrioticas2010@gmail.com
Recordemos que la Compañía
de Funciones Patrióticas –según se define el propio grupo– “es un elenco estable, en un país por demás
inestable, cuyo repertorio está compuesto de adaptaciones y obras propias con
eje en el sentimiento patrio y la historia de nuestro país. Lleva estrenados
los siguientes espectáculos: El gigante Amapolas, de Juan Bautista Alberdi
(2008); La neurosis de los hombres célebres en la historia argentina, de José
Ramos Mejía (2009); Política casera, de Exequiel Soria (2010); Tres jueces para
un largo silencio, de Andrés Lizarraga (2010); Historia de cómo nuestro amigo
Panchito González se sintió responsable
de la epidemia de peste bubónica en Zona Sur, sobre un texto de Osvaldo Dragún
(2011); Educación y Distancia, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento (2011);
¿Qué, cómo? (2011), a partir de un texto de Christian Ferrer”
(actualmente
en cartel en el Teatro Regina). (http://arteenbaires.blogspot.com.ar/2012/05/que-como_10.html)
Disquisición aparte, leí en estos días que otra
institución con nombre importante planifica instalarse en esta parte del barrio
de la Boca, frente al riachuelo, a la Vuelta de Dardo Rocha y a metros del la
turista y breve Caminito. Esperemos
que en algunos aspectos tenga mejor suerte. No puedo dejar de hablar sobre el
mal gusto general que quiere llamarse arte y se desparrama por las
instalaciones de la citada Fundación. Subimos al ascensor y contemplamos un
mamotreto de madera que aspira a ser percibido como un objeto estético, luego
encontramos un tachito de lata, pintado de rojo, con algo que sale de él (¿una
planta, una rama?), del mismo tipo de los que con mayor talento se desperdigan
en los patios de las casas. Restos de albañilería con un rollo de papel
higiénico (¡por suerte sin usar!), un huevo frito recreado, una taza rota y
otras porquerías iluminan el criterio de los encargados de las artes plásticas y
visuales en Proa. Cuelga del techo un
no sé qué semejante a una liana, pero que con seguridad jamás será usada por
Chita ni Tarzán. Y se pisa un enredo que no es arte artefacto ni alfombra, y que
sólo sirve para que alguno se dé un buen porrazo. Saludos a los curadores de la
Fundación Proa.
Ficha
técnica:
Actúan: Paula Banfi, Paolo Baseggio, Natalia Fernández Acquier, Ernesto Fontes,
Julieta Gibelli, Leandro Ibarra, Daniel Miranda, Natalia Olabe, Martín Seijo y
Guillermo Valdez
Luces: Fernanda Balcells
Fotografía: Jorge Marino
Música: Alejandro Millán Pastori, Sebastián Pandolfelli y Ezequiel Espinoza
Prensa: Claudia Mac Auliffe
Dirección de video, realización y diseño: Paolo Baseggio
Producción: Natalia Fernández Acquier, Julieta Gibelli y Paula Banfi
Dramaturgia y dirección general: Martín Seijo
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