miércoles, 18 de septiembre de 2013

Escocia a la luz del fuego creador de Shakespeare

Escribe: Alejandro Miroli 

La apelación a Shakespeare puede ser proteica, pues casi todo puede salir de ella, y casi todo puede querer legitimarse en su obra que, como pocas, explora los confines de las emociones que motivan el comportamiento humano. Aquí la apelación a Shakespeare es directa: antes de la obra –y en el mismo pedido tópico sobre celulares– se alerta que la obra está inspirada en él y se sugiere que así sea entendida.

Dos matrimonios –Salomé y Marta, Abel y Ruth– se encuentran en una cena, cruzada por diálogos que presentan la convención de una cena de amigos y la tensión de negociaciones, entre personajes que nunca exponen sus motivos y que ocultan sus deseos sobre los resultados. En ese entorno opera una invitada: Lilith, como factor disruptivo, como tentación y testigo de emociones ocultas. Y, entre todos ellos, el ama de llaves –Isabel– y la hija –Nena– completan el camino inevitable hacia un fin trágico.



Este final –reunión de negocios, amores, deseos y deudas emocionales– configura un espacio ambiguo: negociación entre socios y amigos que desembocan, al exponer sus miserias, en una mirada propia del realismo social del teatro del siglo XX, o espacio de personajes movidos por fuerzas inmensas, ajenas y tremendas de las cuales sólo pueden ser testigos, propio de la mirada trágica de los clásicos. Este espacio ambiguo puede ser uno de los logros más notables de la obra.

Por demás, Escocia es un texto complejo, en el cual cada parlamento y cada gesto cuentan en extremo, lo que exige una atención constante por parte del espectador.
Los actores están precisos en sus caracterizaciones y hay un esfuerzo de producción visible; la escenografía es remplazada por el espacio escénico, en el cual dos secciones de plateas enfrentadas y la escalera posterior permiten un desplazamiento espacial que rodea a los espectadores y exhibe un despliegue total de los actores. La iluminación baja acentúa las sombras y los escorzos, y por momentos enmascara a los personajes, acentuando la sensación de angustia y ruptura emocional que presenta la obra.

Duración: 100 minutos
DELBORDE ESPACIO TEATRAL
Chile 630 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4300-6201
Web: http://www.delborde.com.ar
Entrada: $ 70,00 - Viernes - 23:00 hs 

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