Escribe:
Alejandro Miroli
Gabriela Izcovich
ha adaptado al teatro varios textos de la literatura contemporánea, en un
ejercicio que les pone “cuerpo” a personajes que teníamos construidos en la
lectura ficcional. En este caso adaptó La
música del azar (The Music of Chance,
1990) quinta novela del autor –si se toma la Trilogía de Nueva York un único emprendimiento–.
Podemos considerar
a la historia como una tragedia moderna: no hay dioses, ni sino, que guíen a
los personajes hacia su destino final, sino la propia ofuscación con historias
de vida no resueltas y lamentadas, la incapacidad de reconocer señales de
peligro en el juego, y el destino impensado y temible al que arriban sin comprender
bien la secuencia de hechos y casi sin ofrecer resistencia.
Todo ello está
sólidamente presente en la obra: Nelson Barrientos (Alfredo Martín), es un ex bombero
que toma con su auto un camino sin destino, en la expresión de un viejo tópico
cultural estadounidense: la road
experience, y cerca del momento en que sus recursos se van acabando, en el final
de ese camino sin destino, se encuentra con Jack Pozzi (Gerardo Maleh), un
jugador profesional de póker que se quiere desquitar de una pérdida en lo que
llama la partida de su vida contra dos excéntricos millonarios Flower (Carlos Ponte) y Stone (Agustín Pruzzo), a los que había
enfrentando en una ocasión anterior, creyéndolos jugadores ingenuos.
Enfrascados en la partida, van redoblando las apuestas sin percibir el
riesgo hasta perder todo, la propia libertad incluso; por ello el resultado
catastrófico de la partida los obliga a quedarse y pagar con trabajo la deuda
tomada en el juego: construir un inmenso muro bajo la vigilancia de Murks
(Alejandro Vizzotti), todo lo que termina consumando el sino trágico que los
depositara allí.
Quién leyó la novela podrá reconocer las líneas generales de ella, y la
tensión dramática que presenta, quienes no la leyeron, ni quisieran referir al
texto novelístico para juzgar la obra hallarán, un desarrollo dramático de la
partida de póker, y una narración oral del encuentro de Nelson y Jack, lo que
quizá torne un poco morosa la acción.
Carlos Ponte está excelente en su papel
de exagerado millonario, coleccionista de piedras, el resto del elenco acompaña.
Gerardo Maley presenta un carácter exuberante y canchero, casi agresivo, que no
se condice con la realidad de los jugadores de póker –en donde la simulación, y
la movilización del deseo del rival son rasgos fundamentales en los jugadores
entrenados–.
La escenografía y la iluminación
contribuyen a la ambientación general de la tragedia. La acción se ubica en varios espacios,
rompiendo la unidad formal del escenario, y dando cuenta de la inmensidad de la
propiedad de los excéntricos.
Por último cabe señalar que esta obra
fue llevada al cine en 1993 –“The Music of Chance” (1993) Dir.
Philip Hass y guión del propio Paul Auster y Philip y Belinda Hass– y un elenco
en el que sobresalían dos notables actores de carácter: M. Emmet Walsh como
Calvin Murks y Charles Durning como Bill Flower.
Esta puesta es reposición de la estrenada,
originalmente, en Samsung Studio, en el año 2013.
Gabriela Izcovich es directora, actriz y
dramaturga. Cabe destacar también su labor de adaptadora teatral de importantes
novelas como Intimidad de Hanif Kureishi, El último encuentro de
Sándor Márai, Terapia de David Lodge, La Venda de Siri
Hustdvedt, Nocturno Hindú de Antonio Tabucchi, Aráoz y la verdad
de Eduardo Sacheri, Más liviano que el
aire de Federico Jeanmaire y recientemente La Música del Azar, de Paul Auster. Autora
original de las obras teatrales: Todos Hablan, Por favor sentate, Sin
voz, Cosas que pasan y Bocas de
Registro. Todas estas piezas han sido dirigidas, como en algunos casos
también interpretadas actoralmente por ella. Ha participado en Festivales
internacionales como el Festival de Otoño de Madrid, Festival Grec
de la ciudad de Barcelona, Festival de Manizales, Festival de Colombia y Festival
Internacional de Buenos Aires.
Sus espectáculos han realizado
temporadas en el Teatro Lluire y en la Sala Beckett de Barcelona en reiteradas
oportunidades, en el Teatro Villaroel de Barcelona, como así también en el
Teatro Studio de la ciudad de Florencia, Italia.
Co-dirigió junto a Javier
Daulte e interpretó las piezas del
autor: Faros de Color, y Fuera de Cuadro.
Pedagoga y fundadora de
la escuela de teatro Konstantín donde dicta sus cursos. Y anualmente
dicta sus seminarios en España como así también en el interior del país.
Dentro de sus trabajos
como actriz se destaca su participación en la película Tiempo de Valientes
de Damián Szifrón y en la obra Miami de Cynthia Edul.
Ficha Técnica:
Adaptación teatral y
dirección: Gabriela Izcovich
Actores: Alfredo
Martín, Gerardo Maleh, Alejandro Vizzotti, Carlos Ponte, Agustín Pruzzo
Música original: Lucas
Fridman
Diseño de iluminación: Ricardo
Sica
Asistencia de iluminación: Mariano Dobrysz
Asistente de dirección, productor ejecutivo y fotos: Marco Riccobene
Teatro La Carbonera : Balcarce 998,
Capital Federal
Localidades: $ 90 - Reservas: 011 4362-2651
Localidades: $ 90 - Reservas: 011 4362-2651
Notas y acreditaciones:
Andrea Feiguin
1150621635
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