Escribe:
Alvarez
Castillo
Griselda
Gambaro toma el célebre personaje de Mary Shelley y lo instala en nuestra
realidad de los años setenta. Por un lado, el gesto paródico y la recreación
que propone son exitosos, pero la historia va cayendo en un trío amoroso que
culmina en lo bizarro, perdiendo verosimilitud y valor artístico.
Quizá lo más logrado sea haber
concebido a este Frankenstein viajero
del tiempo, y con él su monólogo de apertura y de cierre del espectáculo.
Debemos recordar que esta obra teatral
es adaptación de la novela de la misma autora: Nada que ver con la historia, y que Gambaro también escribió Nosferatu
–prohibida durante el Proceso– en otra variante realizada sobre los monstruos
creados para la Literatura durante el siglo XIX.
La dirección de Nicholas Dieter se valora en las logradas actuaciones de Luis Porzio y Matías Bertiche, estando un escalón abajo el trabajo de Nina Lizarraga. Al trío le corresponde
la composición de una obra que, debido a la profusión de referencias hasta el
hartazgo a la última dictadura, probablemente haya perdido sino actualidad, sí
atracción en su tema esencial.
Sí es posible que los amantes del
terror gótico hallen en este texto y puesta un interés, una vuelta de tuerca,
que les depare un espectáculo original para su mirada. Y hablando de otro Frankenstein que trasciende su época,
vale la mención a la novela de Brian
Aldiss: Frankenstein Unbound, que
originó la joya fílmica de Roger Corman
con las actuaciones de John Hurt y Raúl Juliá.
Sinopsis
de Prensa:
NADA QUE VER cuenta la historia de un
triángulo amoroso entre tres guerrilleros de los 70: Toni, Brigita María y
Manolo. Como en la clásica novela “Doctor Frankenstein”, en NADA QUE VER Toni
es una criatura de la ciencia, una vida que empezó sin nacimiento, recreada
desde el cuerpo de un guerrillero asesinado. Manolo es su amo y creador. Ambos
viven en un espacio reducido, mezcla de cautiverio, sueño y ficción
incrementada por la memoria y los afectos.
La visita de Brigita María le aporta al encierro de Toni nuevas emociones, colores y experiencias. Su amor es el único puente hacia el mundo exterior, también fragmentado y vaciado de sentidos por la violencia política de esos años. Gracias a ese amor Toni desarrolla su ingenuidad primitiva, pero que no le permite cuestionar toda la magnitud del autoritarismo de su amo y su propia complicidad. La obra también cuestiona las condiciones en que los seres humanos recordamos, y cómo se plasman los recuerdos en distintas situaciones, como la del encierro y la de la muerte.
La visita de Brigita María le aporta al encierro de Toni nuevas emociones, colores y experiencias. Su amor es el único puente hacia el mundo exterior, también fragmentado y vaciado de sentidos por la violencia política de esos años. Gracias a ese amor Toni desarrolla su ingenuidad primitiva, pero que no le permite cuestionar toda la magnitud del autoritarismo de su amo y su propia complicidad. La obra también cuestiona las condiciones en que los seres humanos recordamos, y cómo se plasman los recuerdos en distintas situaciones, como la del encierro y la de la muerte.
¿Puede el amor sobrevivir a la muerte?
NADA QUE VER, de Griselda Gambaro, trata de la relación entre la ciencia y el
amor. Dos proyectos científicos se enfrentan. El más fuerte quiere dominar,
controlar y someter. El más débil quiere liberar, amar y ser libre. Sólo el
amor más puro y la muerte pueden vencer. Griselda Gambaro nos trae a la
realidad argentina de los 70 el mito del moderno Prometeo para cuestionar la
condición humana. ¿Qué es el poder? ¿En qué condiciones recordamos? ¿Cómo juega
el amor en nuestra memoria?
“La muerte estaba dentro de la pena,
intacta, seguiría siempre allí, aunque uno trataría de disimularla, ensuciarla.
Ni siquiera la tocaría el olvido, ese modo inútil de matar a la muerte”
La fuerza de la parodia está en
criticar los presupuestos de texto parodiado y, a la vez, situarlo en un nuevo
contexto. La parodia busca actualizar una narrativa que ha quedado parada en el
tiempo. La rescata, la rejuvenece, muestra la actualidad de la obra parodiada.
Trae su fuerza irónica a la luz de los acontecimientos presentes. En NADA QUE
VER, la parodia de Dr. Frankenstein es llevada a nuestro tenebroso pasado
reciente. Manolo sería el científico que quiere crear la vida eterna. Brigita
María buscará sabotear ese proyecto. Primero humanizando a Toni, la criatura,
de quien se termina enamorando. En seguida mostrando la traición de Manolo,
quien es un doble agente. Manolo milita en un grupo guerrillero, pero también
está con los militares. ¿Qué proyecto científico justifica semejante
contradicción? ¿Qué significa pensar en una “liberación” humana en manos de una
ciencia que es capaz de traicionar los valores de la lucha política por la
emancipación?
Ficha
artística:
Autor: Griselda Gambaro
Actúan: Luis Porzio, Nina Lizarraga,
Matias Bertiche
Dirección: Nicholas Dieter
Asistente de dirección: Tania Marioni,
Guadalupe Iturbide, Brunela Succi
Ficha
técnica:
Escenografía y vestuario: Brunela
Succi
Técnico de sonido: Diego Franco
Fotografía: Gaia Castillo, Aghata
Brandão, Florencia Sarmiento
Operación de luces: Juan Manuel
Gonzalez
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