domingo, 19 de noviembre de 2017

La profunda esencia del teatro en una pieza de Sergio Lobo

Profundamente, 
En Corrientes Azul









Escribe:
Fernando González Oubiña



Desde periferias imaginarias se plantean filosóficas cuestiones universales, todo ocurre en Sunchales, Provincia de Santa Fe. Es ese pequeño mundo pueblerino el que elige Sergio Lobo para ambientar su estupenda pieza teatral Profundamente, que se representa en el teatro Corrientes Azul, periférico espacio encantado, lleno de historias teatrales, de exilios y maravillas también. Allí se evocan tiempos pasados de resistencia artística y créanme que vale la pena alejarse un poco del circuito comercial al encuentro de esta joya teatral.
La dramaturgia está plagada de recursos sorprendentes, de intrincadas líneas argumentales que son vasos comunicantes de esa realidad soporífera y provinciana interrumpida por la aparición de una peste, que es capaz de diezmar a los pobladores de manera exponencial, y si… el tema parece luctuoso, pero estamos frente a una comedia disparatada; también el humor da para pensar, pero en este caso es únicamente para disfrutar. Todo funciona en esta pieza como un engranaje de crítica social perfecto y aceitado.

Hay una voluntad de grotesco en la trama, y reseñando brevemente este género teatral diré que conjuga elementos extravagantes, bufonescos y estereotipos salidos de la caricatura, es menester recordar que fue llevado a la excelencia por Armando Discépolo, dramaturgo al que se lo considera su creador. Junto con el sainete es orgullo nacional, ambos géneros autóctonos constituyen la génesis de la teatralidad argentina, son nuestro aporte a la literatura dramática del mundo; el grotesco en sí mismo posee argumentos para desenmascarar la hipocresía y expone situaciones que ostentan la obscenidad del mal vivir con desparpajo; la angustia y el dolor suelen ser en este género elementos intertextuales utilizados para llegar al humor, al más cruel y recargado que se pueda, a la risa que propone reflexión y termina en llanto (y viceversa).


La propuesta de Sergio Lobo transita sostenidamente el patetismo planteado en la trama y lo fuerza al ridículo más extremo, él apela a todos los recursos que literariamente tiene a disposición, se nota en su pluma una depurada búsqueda, es capaz de dotar de animalidad a sus criaturas más humanas, descarnadamente humanas diría yo. Sumando elementos de género se cita la Guerra Civil Española: la madre, Mónica, fue una especie de mercenaria paramilitar que combatió a Francisco Franco en la península, dato poco menos que surrealista tratándose de una mujer de avanzada edad radicada en Sunchales, pero Lobo no ceja en aportar colores y el elemento inmigratorio es esencial. Dando vuelta el juego, dos médicos de Buenos Aires completan la movilidad interna, donde la dramaturgia pone un espejo y refleja también en lo local aquella indispensable condición migrante. Siguen en la línea de estos hallazgos más colores del género: viejos ideales universalistas, posturas socialistas, confrontación ideológica, contenidos anarquistas, anacrónicas conductas hippies y airados argumentos de reformados sociales, un cóctel que es simplemente brillante.


Lobo además dirige su obra y ese doble rol no es siempre deseable, la mayoría de las veces se produce una extraña endogamia en singular, las ideas son de un solo signo y se fotocopian tergiversándose. En Profundamente no solo no ocurre eso sino que Sergio hace un ejercicio de cruel virtuosismo, privando a sus actores de todo lo que se pueda imaginar, la escenografía es inexistente, la puesta de luces es mínima e indispensable, los elementos y accesorios se administran como racionados en plena guerra… Esto fuerza al actor al trabajo con el propio cuerpo y con el cuerpo del otro, riesgo tremendo que el director sabe encauzar y a pesar que los recursos de su elenco son disimiles, logra que todos los actores estén bien, que expongan el máximo de su potencial y todo en escena transcurre con verdad aún a pesar de lo absurdo de las situaciones. El amor es forzado a todos sus registros posibles en la figura de una semióloga y agente de policía,  la discapacidad es un fuerte eje y disparador de todo tipo de brillantes situaciones, los médicos terminan siendo pacientes y un velatorio llevará los decibeles de grotesco a límites desconocidos, esta escena luctuosa es especialmente sobresaliente, desde su concepción hasta su ejecución.

Especial mención al trabajo de Nancita y su discapacidad, logrando la actriz Lorena Mazzeo momentos de mágica sensibilidad, ella encuentra variaciones y matices en una gama de sorprendentes posibilidades, estupenda composición.
Sus compañeros no se quedan atrás: Mónica la madre, interpretada por Marianela Buscafusco, asume el mayor riesgo imaginable, ella es una muchacha muy joven que encarna a una anciana, confieso que al principio me asustó ese quiebre del realismo que conlleva caracterizar y ser creíble, la actriz se lleva por delante todos estos parámetros con una actuación desopilante que tiene mil matices, grandes posibilidades bien ejercidas. La hermana melliza de Nancita es Silvita, interpretada por Selva Jiménez que también tiene un despliegue de momentos muy interesantes y contrastes que revelan a una actriz sólida en escena. La policía y semióloga encarnada por Romina Schiavi tiene momentos realmente estupendos, arrasa emocionalmente todo lo que tiene a su paso y despliega una camaleónica actuación, se la nota más cómoda en la sensualidad que en la violencia, sólo un detalle que no invalida sus recursos.
Los médicos encarnados por Padua Ponce y Juan Pablo Garrido son una especie de Abbott y Costello, entrañables y frágiles, arrastrados por un tsunami de pueblo chico; ellos por momentos dominan la acción y en otros asumen, fieles al género, actitudes de contraste muy marcadas, uno de ellos Rolando, en la piel de Ponce, será un absurdo cantante de chamamé y transitará múltiples desventuras con gracia; destaco especialmente la conexión que establece con los personajes de Mónica y China. El otro médico interpretado por Garrido es víctima de la peste, transita el rol con una bien llevada dislexia y muy buenos momentos registrando las variables conductas del entorno que lo modifican, quizás debería particularizar la sintomatología que lo lleva a la muerte, pero es sólo un detalle fácilmente soslayable. Luego reaparecerá en su hermano mellizo Tato, con una conducta corporal y una voz completamente diferentes que lo confirman como un actor eficaz.
Completa este paisaje autóctono la narración en off en la voz de Teresa Parodi, que extrañamente no se menciona en el programa, como ejercicio de modestia quizás, pero allí se oye a la correntina junto con sapucays y chamamés de Chango Spasiuk.

Todo suma para recomendar cálidamente la “molestia” de alejarse del circuito conocido y apoyar a estos artistas que son pura sensibilidad y compromiso con nuestra hermosa profesión de actores… Contadores de historias ellos, verdaderos cronistas de nuestra época. Les pido a los lectores de este portal que apoyen esta propuesta, no se van a arrepentir.


Sinopsis de Prensa

El Dr. Rivas, eminente médico sanitarista viaja a Sunchales, provincia de Santa Fe, a dar una charla preventiva sobre una pandemia que está asolando a toda la región. Allí conoce a Nora Zorrilla, semióloga y agente de policía, de quién se enamora perdidamente y por quien cambiará, de manera drástica, su vida. Mientras tanto, Alejandro, su joven médico ayudante, descubre, casi por azar, el primer caso de contagio del virus letal que los llevó hasta esa pequeña ciudad provinciana y decide comprometerse sin concesiones en esa batalla desigual. A partir de este encuentro entre los médicos, Nora Zorrilla y la familia de Silvita, la joven afectada por el virus, se entrelazarán distintas historias que pondrán en juego pasado y presente, amores y odios y transformarán definitivamente a cada uno de los protagonistas de esta historia sencillamente humana... profundamente humana.


Ficha técnico artística

Este espectáculo forma parte del evento: Semana del teatro independiente 2017
Duración: 100 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos

Av. Corrientes 5965 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4-854-1048
Web: http://www.corrientesazul.com.ar

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Lo dicho Sergio, excelente. Sólo escribo acerca de lo que vi, les deseo a vos y a tu elenco el mayor de los éxitos. Los abrazo.

      Eliminar