ESCRIBE:
FERNANDO GONZÁLEZ
OUBIÑA
Hay verdadera destreza en esta propuesta, desde varios aspectos… el unipersonal es un abismo al que los actores asoman, teatralidad de alto riesgo donde un solo personaje es el precursor de la acción dramática. Menuda tarea, ningún otro responsable más que ese único actor y sus capacidades cuando se encienden las luces, su cuerpo comunicando un particular universo privado, la soledad como tema, y desde lo emocional el desamor será el gran continente. En “Madre amadísima” una vasta extensión de desamparo se muestra descarnadamente.
Lo dicho en una crítica de setiembre en este mismo espacio virtual: La dirección de un monólogo debe ser de aquellas tareas más difíciles para ordenar tanto en el espacio como en los movimientos, aplica para esta propuesta tan particular y sensible del autor español Santiago Escalante con la actuación de Oscar Giménez y la dirección de Daniel Cinelli, en escena en Teatro Buenos Aires.
Hay verdadera destreza en esta propuesta, desde varios aspectos… el unipersonal es un abismo al que los actores asoman, teatralidad de alto riesgo donde un solo personaje es el precursor de la acción dramática. Menuda tarea, ningún otro responsable más que ese único actor y sus capacidades cuando se encienden las luces, su cuerpo comunicando un particular universo privado, la soledad como tema, y desde lo emocional el desamor será el gran continente. En “Madre amadísima” una vasta extensión de desamparo se muestra descarnadamente.
Lo dicho en una crítica de setiembre en este mismo espacio virtual: La dirección de un monólogo debe ser de aquellas tareas más difíciles para ordenar tanto en el espacio como en los movimientos, aplica para esta propuesta tan particular y sensible del autor español Santiago Escalante con la actuación de Oscar Giménez y la dirección de Daniel Cinelli, en escena en Teatro Buenos Aires.

Es notable destacar que la
temática y el imaginario queer -para usar una denominación moderna muy
extendida- está muy bien llevada en esta propuesta, porque la dramaturgia
importada podía arrastrar a zonas de caricatura este drama humano, pero es
destacable que siempre se mantiene un tono muy veraz y sensible en el abordaje
de este personaje: un mariquita de pueblo chico, Alfredo un andaluz costurero y sostén emocional de su madre, dedicado a vestir santos
para las procesiones tan características de la religiosidad peninsular.

Una España convulsionada por
el franquismo, y Alfredo, fruto de un hogar con violencia intrafamiliar, es
llevado a las milicias con obligatoriedad civil y destinado a cumplir además un
mandato viril que lo expondrá a mayores vejámenes aún, por la única razón de su
elección sexual. El amor le será esquivo y eso constituye el nudo de la trama,
mientras viste una imagen procesional de la Virgen María este hombre contará su
vida y ese alter ego celestial será testigo de las más privadas confesiones.
El director Daniel Cinelli
plantea un acotado universo donde los movimientos son los necesarios, los
elementos únicamente los indispensables y se concentra en la emocionalidad del
personaje, en la verosimilitud de las situaciones que el texto plantea y en una
concreta prolijidad que es una línea trazada de la que nunca se aparta, la
puesta apela a un concreto esquema de acciones físicas que están centradas en las
prendas del vestuario festivo de la imagen religiosa y son el pretexto del
momento íntimo donde se revelan las penas del personaje único, mucha
prolijidad, excelente trabajo de dirección actoral.
En escena Oscar Giménez se
muestra en todas las dimensiones que la dramaturgia propone, desenvolviéndose
con seguridad y gracia, se nota en escena un experimentado artista que ejerce
total control de sus emociones y de los planos de acción a ejecutar, accede a
los decibeles emocionales requeridos con comodidad y se lo nota dueño de la
situación en todo momento, esto es de una gran importancia, ya que él y sólo él
es responsable del “tempo” de la pieza, muy valorable actuación.
Todos los elementos están
dados para que Madre amadísima haga
honor a la tradición que antecede a su estreno porteño, y que repita el éxito,
ésta vez al otro lado del océano atlántico.
SINOPSIS
DE PRENSA:
Alfredito viste a la figura de la virgen en la
capilla de su pueblo, al sur de España.
Por primera vez, a solas con ella, se anima a desnudar su vida, con tal gracejo andaluz que convierte en emoción profunda los recuerdos tristes y los penosos en jocosa alegría.
En un ir y venir, entre alfileres y costuras, pasan por su memoria los descubrimientos de su infancia en el pueblo, la adolescencia con el despertar de los sentidos, la hipocresía de su sociedad, sus desventuras en el servicio militar, los afectos perdidos y encontrados, y esa búsqueda constante del amor.
Madre Amadísima pone en el centro de la escena a una "mariquita de pueblo" que lucha por ser feliz, que vive, sufre y ríe con las mismas emociones que cualquier otro ser humano, en cualquier tiempo y geografía.
Por primera vez, a solas con ella, se anima a desnudar su vida, con tal gracejo andaluz que convierte en emoción profunda los recuerdos tristes y los penosos en jocosa alegría.
En un ir y venir, entre alfileres y costuras, pasan por su memoria los descubrimientos de su infancia en el pueblo, la adolescencia con el despertar de los sentidos, la hipocresía de su sociedad, sus desventuras en el servicio militar, los afectos perdidos y encontrados, y esa búsqueda constante del amor.
Madre Amadísima pone en el centro de la escena a una "mariquita de pueblo" que lucha por ser feliz, que vive, sufre y ríe con las mismas emociones que cualquier otro ser humano, en cualquier tiempo y geografía.
Ficha técnico-artística:
Duración: 90
minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos
Clasificaciones: Teatro, Adultos
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