Escribe: Alejandro Miroli
Peter Shaffer (Inglaterra,
1926), se ha convertido en un clásico contemporáneo por obras como Equus (1973) y Amadeus (1979), las cuales
tuvieron adaptaciones cinematográficas globalmente exitosas.
El Oído
Privado es la mitad
de una obra en dos actos, estrenada en 1962: The
Private Ear and The Public Eye, donde
expone una versión joven y otra adulta de la misma inadaptación: la vida motivada
por un ideal en un mundo banal. Este trabajo tuvo que esperar hasta el año 2013
para una reposición en su país natal.
El primero de los actos de The Private Ear and The Public Eye, se ubica en la incipiente década del 60, donde todavía no se había desarrollado el Swinging London, donde todavía la vida emocional de los jóvenes estaba regida por códigos y represiones severas; ese tiempo en transición a aquel en que –en palabras del poeta inglés Philip Larkin: “La cópula comenzó/en mil novecientos sesenta y tres/ (más bien tarde para mí)/ cuando la prohibición de Chatterley cesó/ y los Beatles grabaron su primer elepé” – una Inglaterra crepuscular perdía definitivamente su imperio y comenzaba a ser parte de otro, el imperio americano. Es precisamente ese tiempo de transición, que no restaba la represión y los sentimientos escondidos, el que la obra presenta con una síntesis y justeza notables.
Tal vez el texto, parezca mínimo: chico y chico amigo quieren chica,
chica indecisa y reprimida no quiere, nadie gana. Fin de la historia. Pero la función del texto dramático es abrir
la realidad mundana, mostrar la estructura del deseo y de la subjetividad que
moran allí, en el simple acto de desear y querer ser deseado. Y en ese sentido,
lo que El Oído Privado muestra no es meramente chico quiere chica,
nadie gana. Es mucho más.
En el texto, Bob –un joven dependiente de una compañía de comercio exterior– prepara una
cena en su casa para una chica –Doreen– a la que conoció circunstancialmente en un
concierto y a la que admira, desde un ideal de belleza ya fijo; remarca la semejanza de su cuello
largo como el que exhibe la Beatrice de “La
Consagración de la Primavera”, de Sandro Boticelli. Él considera que ella, como
oyente de música clásica, no debería tener nada de vulgaridad y superficialidad.
El equipo de Alta Fidelidad es el centro de la vida hogareña de Bob, su
solitaria existencia se centra básicamente en concurrir a conciertos o en escuchar
música clásica, en el departamento donde vive.
En ocasión de la
velada a la que asistirá Doreen, también invita a un compañero de trabajo –Ted– para que le ayude a crear el clima. Ted
es un joven diríamos canchero,
arrebatador, lleno de confianza en sí, que sucumbe a su deseo, y lejos de
ayudar a Bob a sentirse cómodo y romper el fuego con Doreen, coquetea con ella
e intenta sacarle su teléfono o dirección. En esto, podemos decir que en el
desarrollo de la obra se va dando un sutil cambio de roles
La acción avanza con un tono suave, de comedia dramática –el juego de
seducción de Ted, la indecisión y vulgaridad de Doreen, la timidez y enojo
apenas contenido de Bob, van generando equívocos– y hasta allí no se exponen
sino maneras y costumbres reconocibles en la vida cotidiana. Es en los cuadros
finales –cuando Ted parte porque Bob lo echa de la casa, y Doreen y Bob quedan
solos– que la obra va dejando cualquier rasgo de comedia de enredos, y su
trayectoria va mostrando la carga dramática de la acción que culmina en un
final notable; allí la represión sexual deja de ser un rasgo de una cena
frustrada, con una chica tímida y vulgar, y se convierte en el centro de dolor
y sufrimiento de la subjetividad de Bob.
Pero el inter-texto de la obra expone otra cosa: la represión sexual, el
inmenso peso de la timidez y las formas de la soledad. Aquí todos tienen una
incapacidad afectiva, por represión, por falta de autenticidad, por imperio
social. El propio Ted ejerce el juego de seducción simplemente porque tiene la
oportunidad, pero luego se marcha, sin ningún interés en Doreen, quien se queda
sin poder darle su teléfono. Doreen una chica que vive en la represión de su
deseo sexual, en la dependencia obstinada de la figura de su padre, y que al
mismo tiempo intenta –con los recursos que tiene y en forma difusa y sin
concretar– entrar en el juego de seducción que le propone Ted, y que luego de la partida de Ted, y corrida del
lugar ideal en que la había puesto Bob, se queda indecisa entre entrar en la
situación o cerrarse y partir. Y finalmente Bob, que no puede mirar una mujer
sin sobre imponer un ideal difuso, falso e inhallable, quien no puede estar
ante su propio deseo y lo falsea.
Y cuya incapacidad de comunicarse directamente, de asumir su propia
existencia, lo llevan a elegir otra voz para vincularse, así las arias de ópera
hablarán por él; así Bob aturde a Doreen al interpretar la escena de
linchamiento de Peter Grimes y luego la emociona con la interpretación del dúo de
amor de Madame Butterfly. Pero la
torpeza y la timidez le impiden a Bob percibir esta emoción en una chica
reprimida. Y allí ante el fracaso, Bob cierra toda posibilidad de vínculo.
Jorge Sánchez Mon tomó el primer acto de The Private Ear and The Public
Eye y lo presentó en forma independiente, tal vez porque es el que
involucra jóvenes y porque sea el que supone una acción más dramática –en The
Public Eye se trata de los celos
infundados en un matrimonio de edad mediana–.
Las actuaciones son correctas, los tres actores están caracterizados
como jóvenes de los 60, y exhiben con sobriedad su nivel social y educativo,
entre ellos Paula Russ se destaca y hace visible a una Doreen contenida entre
su deseo reprimido, la presencia obstinada de su padre y su intento temeroso de
abandonar esta cerca.
La obra presenta una excelente ambientación, con escenografía y
vestuario a cargo de René Diviú, y la iluminación acompaña los cambios de intensidad
dramática de la acción.
Ficha técnico artística:
Ariel Mele, Bob
PATIO
DE ACTORES
Lerma 568 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-9732
Entrada: $ 90,00 / $ 70,00 - Viernes - 21:00 hs
Lerma 568 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-9732
Entrada: $ 90,00 / $ 70,00 - Viernes - 21:00 hs
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