Escribe:
Alejandro
Miroli
Es difícil trasladar, siquiera en el modo de
fuente de inspiración, un texto lírico al escenario. La lírica, al trabajar con
los recursos de cada lengua, se hace extremadamente compleja a la hora de
brindar historias.
Versión intimista, tres hombres en un
ambiento umbrío, cerrado, celebran el momento, reconocen estar vivos, simulan
ser iguales.
El nene Garibaldi
–fusión desbordada de Gargantua y Casanova–, Flavio, el leal guerrero, que sabe
a su mujer virtuosa, Bruto, el joven extasiado con la fuerza brutal y sensual
del Nene, en la posta; todos tratando de dar sentido a la espera y comiendo.
Ahí se da el tema tópico: la lealtad de las mujeres a sus hombres, que faltan
por largo tiempo, comprometidos en el frente de batalla.
En el cansancio y la ebriedad se abre la
verdad: el Nene abusó de la mujer de Flavio, y en el cierre de la obra se ofrece
la comprensión más radical: donde se espera la justa que vengue el honor
herido, aparece Flavio desgarrado en un grito que expone la traición del Nene,
y Bruto reconoce que la única igualdad se obtiene en la pérdida y la muerte.
Los tres actores componen sus personajes con
profundidad, sin vacilaciones, donde se nota una buena dirección de actores y
un trabajo fino de ensamblado de la acción colectiva.
La escenografía es notable. Con pocos
recursos –un centro de mesa de frutas y hortalizas, muebles de tablón en crudo,
varias vasijas metálicas– se crea un ámbito que navega entre la Edad
Media y el Renacimiento. La luz mortecina envuelve en sombras una acción que
pasa por el discurso. El vestuario contribuye apropiadamente al sentido de la
puesta.
Ficha
Técnica:
Idea y dramaturgia: Gabriela Ramos
Dirección: Gabriela Ramos
Elenco:
Fernando González – El Nene Garibaldi
Claudio Morales – Flavio Lombardi
Javier Schwarzberg – Bruto – Ciro
Vestuario: Magda Banach
DELBORDE ESPACIO TEATRAL
Viernes - 20:30 hs –
Hasta el 11 de julio de 2014
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